Twitter es la red social del tiempo real, de la interacción directa y rápida con el público. Al ser tan directo, muchas marcas y agencias se pueden dejarse llevar por las prisas y cometer errores costosos de remontar. Desde Groupiest se analizan algunos fallos que nunca se deberían cometer. Las empresas deben entender que se puede perder la reputación de marca al cometer estos errores. Twitter es una herramienta útil para compartir datos en tiempo real y mantener conversaciones, pero a nivel de empresa, su mal uso puede convertirse es un gran problema.
- Community management: equivocarse de cuenta
Ya hemos visto algunos casos. Por ejemplo, la cuenta de una aerolínea que publicó una fotografía pornográfica o la cuenta de Chrysler que publicó un comentario despectivo sobre Detroit sus habitantes. Esto algo que, pese a lo que parezca, es muy común. ¿La causa? Distracciones, especialmente durante el uso de los dispositivos móviles para tuitear. Esto hace que sea posible que el responsable de redes sociales de una marca añada un tuit en un perfil, pensando que es el suyo personal, cuando es el de la empresa.
- «Subirse al tren» de los Trending Topics sí o sí
A veces, se cae en el error de querer estar al a la última tendencia sin ningún tipo de criterio esto con el fin de atraer atención al perfil. Esto, señalan, puede convertirse en un fallo cuando no existe una estrategia de contenidos, ni se ha definido la identidad de la marca. «Tuitear contenido no interesante o poco relevante para la marca o productos es una actividad nada recomendable», señalan. También recomiendan no abusar de los «memes». Recomendación: coherencia.
- No tener en cuenta el macro-entorno
Tal y como se afirma desde Groupiest, la comunicación no es solo lo que qué se dice sino cuándo y de qué manera. Hay que tener sensibilidad. Especialmente en el contexto de grandes tragedias y temas polémicos. En este sentido, más vale la cautela a la hora de expresar una opinión que lanzarse a publicar opiniones, que luego pueden causar problemas.
Twitter es una red abierta, instantánea y en la que en un segundo un comentario puede ser visto por miles de personas. Recomiendan interactuar con los usuarios pero estableciendo límites y no caer en la provocación y el insulto de la audiencia. Un caso sonado ha sido el de FNAC, que respondió con la misma palabra malsonante que un cliente le había propinado.
Aunque hay muchas herramientas útiles que permiten programar «tuits» y automatizar contenido, a veces se depende demasiado de ellas y no se utiliza el talento humano. Cuidado en este aspecto, porque no todas son válidas y son muchas de las herramientas publican contenido que puede resultar aburrido para la audiencia. La clave es elegir de forma correcta dicha herramienta.
Fuente: abc.es